A los cambios que sufre la materia se les conoce como fenómenos y pueden ser: Físicos, Químicos o Nucleares.
1. Cambios Físicos
Pueden definirse como aquellos cambios que sufre la materia en su forma,
en su volumen o en su estado, sin alterar su composición o naturaleza.
Así, si se calienta un bloque de hielo a determinada temperatura, este
se licua, es decir, pasa al estado solido al liquido modificando su
forma y volumen pero conservando su naturaleza, pues antes del cambio se
tenia agua solida y después del cambio se tiene agua liquida; pero si
se continua el calentamiento, finalmente se alcanzará la temperatura de
ebullición y el agua pasa al estado de vapor conservándose inalterable
en todos los casos, la composición de ésta.
2. Cambios Químicos
Estos conllevan una variación en la composición de la naturaleza de la materia, es decir a partir de una porción de material llamada reactivo, se obtiene un material distinto denominado Producto, por medio de una reacción de una reacción química y en la cual pueden influir diversos factores tales como la luz, presión, u otras sustancias reactivas. La formación del oxido de hierro sobre la barra de metal constituye un caso de cambio químico, puesto que el oxido de hierro (producto) no es el mismo que el hierro puro (reactivo).
3. Cambios Nucleares
Un cambio nuclear consiste en la modificación del
número de partículas (protones y neutrones) de los
núcleos que forman los átomos de los elementos químicos.
Cuando se presenta un cambio de este tipo, existen grandes cantidades
de energía asociadas a él, debido a que son muy grandes
las fuerzas que mantienen unidas las partículas en los núcleos.
La radiactividad es el resultado de un cambio nuclear.
Todos los núcleos de los elementos químicos tienen
una estructura específica y generalmente estable cuando es
igual el número de protones (partículas con carga
positiva) y neutrones (partículas sin carga), pero a medida
que se incrementa el tamaño y peso del núcleo, se
provoca una inestabilidad en él, debido a las fuerzas de
repulsión de los protones, lo que da origen a la radiactividad.
Ésta se presenta de tres maneras, como emisión de
partículas alfa (D), beta (E) y emisión de radiaciones
gama (J).
La radiactividad puede utilizarse para establecer la edad de fósiles
o restos arqueológicos, ya que existen detectores sumamente
sensibles que pueden medir los cambios nucleares presentados en
la estructura original de los objetos. La medicina nuclear utiliza
compuestos radiactivos como marcadores con propósitos de
diagnóstico o para el tratamiento de enfermedades.
Además de la radiactividad, existen otros tipos de cambios
nucleares: la fisión y la fusión nuclear. La fisión
consiste en la separación o rompimiento de un núcleo
pesado para formar dos núcleos más ligeros. La fusión
nuclear es el proceso inverso ya que consiste en obtener un
núcleo más pesado a partir de la unión de dos
ligeros. En ambos casos, para iniciar el proceso se requiere gran
cantidad de energía, pero la cantidad de energía que
se libera es mucho mayor.
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